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Aprovechar los recursos, eliminar la desigualdad

La enseñanza con perspectiva de género y diversidad significa aprovechar la diversidad de estudiantes y docentes, sin que esta diversidad implique desventajas, así como también eliminar la discriminación y la desigualdad. En lugar de despreciar la diversidad, se deben visibilizar los puntos fuertes de todes les involucrades.

Pensando en les participantes

Al enseñar, hágalo pensando en a quiénes está destinada la clase, les estudiantes. Usted como docente puede estar haciendo suposiciones, por ejemplo, sobre si les estudiantes pueden leer y entender textos escritos en otra lengua que no sea castellano; da por sentado que hay algunos conocimientos previos que ya están adquiridos o que aún faltan.

Tratar a les estudiantes de forma igualitaria y justa

Una enseñanza que aborda la tensión de igualdad y justicia desde las perspectivas de género y diversidad no supone que “las mujeres”, “les estudiantes con experiencias de migración” o “les estudiantes de ingeniería mecánica” tengan idénticos intereses y experiencias de vida, sino que considera seriamente a les estudiantes como personas independientes.

Tomar en serio las experiencias de discriminación

Para poder hacer algo contra la discriminación, ésta debe ser, antes que nada, reconocida y entendida como un problema, sobre todo por quienes no son afectades inmediatamente. Para el ámbito universitario, existen aquí diversos estudios y testimonios, por ejemplo, sobre racismo, transfobia o sexismo en la universidad y en el lugar de trabajo.

No somos todes iguales: percibir conscientemente a les estudiantes

Les estudiantes no son todes iguales, no tienen los mismos intereses ni las mismas necesidades. Para garantizar que todes puedan estudiar en buenas condiciones, la universidad debe tomar en serio estas distintas necesidades, por ejemplo, a través de un reglamento que no se base en una norma homogénea, sino que contemple y permita la diversidad.

Preguntar por espacios vacíos y desde perspectivas inusuales

En las culturas de cada profesión, las normas sociales a menudo se reflejan, sin que nos demos cuenta. Así, estas culturas pueden ser encasilladas según las normas de género (por ejemplo, al haber ámbitos de actividad claramente categorizados para varones o para mujeres), u observar sus objetos de estudio desde una perspectiva excluyentemente eurocentrista.

Demostrar las posibilidades de acción en lugar de atribuir el estatus de víctima

La enseñanza con perspectiva de género y diversidad tiene como objetivo superar las desigualdades y la discriminación existente en el contexto universitario. Abordar estas desigualdades implica también nombrarlas: solo de esta forma pueden ser contrarrestadas en determinados puntos.

Percibir el posicionamiento, habilitar el “aprendizaje para todes”

Una enseñanza con perspectiva de género y diversidad puede tematizar dichas categorías tanto implícita como explícitamente. En Contenidos de la enseñanza y del plan de estudio y Métodos hay propuestas para ambos puntos de entrada.

Evitar la discriminación (in)consciente

Los modelos y roles tradicionales (por ejemplo, estereotipos de género) en la enseñanza son reproducidos a través de distintas vías, de forma consciente e inconsciente.

Reconocer y evitar el proceso de otredad

Es habitual que se exponga a estudiantes por ser “especiales” y, por lo tanto, por no cumplir con la norma. Esto sucede al atribuirles un origen “exótico”, necesidades o capacidades especiales, o una condición fundamental diferente, y convertirles en el centro de atención.

Aprovechar la retroalimentación y el asesoramiento de colegas

Como docente, usted puede contribuir en la formación de una universidad libre de discriminación y una enseñanza con perspectiva de género y diversidad, pero la responsabilidad de esta tarea no recae completamente sobre usted.

Permitir un abordaje positivo de los errores

Actuar de forma profesional, especialmente en contextos que abordan de forma crítica las relaciones de poder y desigualdad, señala Urmila Goel, también implica nombrar y enfrentarse a estas relaciones para que luego puedan ser trabajadas.

Adquirir la “competencia de la incompetencia”

Entre el deseo y la realidad existe a veces un gran vacío que, como docente, es imposible de salvar. Sin embargo, usted puede intentar percibirlo y soportarlo.